lunes, 26 de octubre de 2015

                                         

                     UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE ITALIA
      


 La República Italiana o Italia, es un país de Europa del sur, que forma parte de la Unión Europea.
Su territorio es se compone de una península y de dos grandes islas en el mar Mediterráneo: Sicilia y Cerdeña.
Por el norte está bordeado por los Alpes, por donde limita con Francia, Suiza, Austria y Eslovenia.
Los estados independientes de San Marino y Ciudad del Vaticano son fundamentales dentro del territorio italiano.
Además está considerada una de las naciones más industrializadas del mundo.
Situada en el corazón del antiguo Imperio Romano, está llena de tesoros que reconstruyen la historia de las bases de la civilización occidental.
A grandes rasgos, podría decirse que Italia se extiende sobre dos conjuntos de relieve bien diferenciados.En el norte se despliega el amplio valle de Po,el mayor de Italia,que recibe las aguas de numerosos afluentes,entre los que se cuentan los ríos  Doria,Baltea,Adda y                  Tesino.Al    norte de esta región,en la frontera con Francia,Suiza y  Austria,se eleva     la cadena de los Alpes.Ésta, estrecha y elevada en su extrecho  occidental(en ella       se elevan colosos de piedra como el Monviso),se ensancha a partir del    Tesino.
    La otra región geográfica del país es la zona peninsular,situada más al sur y                 atravesada por los montes  Apeninos.Allí se extienden algunos de los ríos más           importantes de la red hidrográfica italiana,como el Arno(que pasa por Florencia),el     Tíber(la emblemática vía de  agua que baña la capital,Roma) y el Ombrone,entre           otros,que desembocan en las costas del Tirreno.El curso de los mismos es mucho     más extenso que el de los de la cuenca del Adriático,más cortos numerosos.Entre       éstos, cabe destacar el Po y el Adingio.
    


                                                      El clima en Italia




En Italia hay diferencias climáticas notables entre el norte y el sur: las características varían en función de la zona en que nos encontremos.
En el norte (la parte comprendida entre los Alpes y los Apeninos toscoemilianos), el clima es severo: los inviernos son muy fríos y los veranos, muy cálidos, con altos niveles de humedad. En el centro, comprendido aproximadamente entre Liguria y la zona de Roma, el clima es templado y la diferencia de temperatura entre el verano y en invierno es inferior a la que se da en el norte. El período frío es más breve y menos intenso que en el norte y el verano es más largo, pero no suele haber el bochorno que afecta a las ciudades septentrionales, gracias a la acción mitigadora del mar, que alcanza casi toda la zona. En el sur y en las islas, el invierno nunca es muy rígido, y en otoño y primavera hay temperaturas cercanas a las que se dan en verano en otras zonas de Italia.


                                                      Historia de Italia

La historia de Italia es una de las más importantes de toda Europa y de todo el mundo. Íntimamente ligada a la de la cultura occidental y la historia europea, ha vivido buena parte de los principales acontecimientos históricos del mundo occidental y universal.

Heredera de múltiples culturas antiguas como la de los etruscos y latinos y receptora de la colonización griega  y cartaginesa, vio nacer el Imperio romano, legador de gran parte de la cultura occidental y uno de los mayores de la historia. Tras la caída del Imperio, Italia sufrió una serie de invasiones germanas alternadas con intentos bizantinos y francos de reconstruir la unidad del Imperio Romano. Roma, sede del papado y fuente de legitimidad imperial fue en esos tiempos un foco que atrajo a figuras como Justiniano I y Carlo Magno.

Durante la Edad Media Italia se convertiría en un mosaico de ciudades-estado que luchaban entre sí para conseguir la hegemonía sobre el resto, con frecuentes intervenciones de las potencias circundantes y de la Iglesia Católica. Su privilegiada situación geográfica hizo que fuera clave en el comercio europeo y favoreció repúblicas marítimas conectadas con la historia europea. La lucha entre el poder temporal imperial, que incluía a Italia, y el espiritual papal, que tenía su sede en Roma, tuvo en Italia especiales repercusiones.

Esta herencia de relevancia política lo convirtió en foco de las luchas por el poder en Europa. Además, el legado cultural clásico y eclesiástico fue el caldo de cultivo de nuevas tendencias. En los siglos XV y XVI se convirtió en el centro cultural de Europa dando origen al Renacimiento y fue uno de los campos en los que se decidió la supremacía europea del Imperio español con la victoria sobre Francisco I de Francia.
Tras el declive de la monarquía hispánica, el Himperio austrohúngaro pasaría a controlar la región, como buena parte de Europa Central. Transformada en un campo de batalla durante las guerras revolucionarias francesas y el Primer Imperio de Napoleón Bonaparte, pasaría a luchar por su independencia. Entre 1856 y 1870 se llevó a cabo la Unificacion de Italia después de una serie de guerras que implicó enfrentarse al Imperio austríaco y los Estados Pontificios.

Posteriormente, el Reino de Italia junto con las demás potencias europeas llevaría a cabo políticas imperialistas que conformarían el Imperio italiano y que la llevaron a participar en la Primera Guerra Mundial del lado de la Entente, a desarrollar el fascismo de Benito Mussolini, a la invasión de Albania y Abisania y a participar en la Segunda Guerra Mundial con las Potencias del Eje junto a la Alemania Nazi y el Imperio del Japón. Después de la derrota en la Segunda Guerra Mundial, la monarquía sería derrocada y se instauró la actual república que tuvo una excelente recuperación económica, política, militar y deportiva; reafirmando a Italia como una gran potencia mundial.

En la actualidad Italia es en un país prestigioso, democrático, perteneciente a organizaciones tan importantes como la Unión Europea o el G-8, y una de las principales potencias económicas de la Tierra.

                                                         
                          Productos típicos de la alimentación italiana

La comida italiana es variada. Refleja la variedad cultural de sus regiones así como la diversidad de su historia. La cocina italiana, está incluida dentro de la denominada gastronomía mediterránea y es imitada y practicada en todo el mundo. Es muy común que se conozca a la gastronomía de Italia por sus platos más famosos, como la pizza, la pasta y el risotto, pero lo cierto es que es una cocina donde coexisten los abundantes olores y los sabores del mediterráneo. Se trata de una cocina con fuerte carácter tradicional, muy sectorizada por regiones y heredera de largas tradiciones, que ha sabido perpetuar recetas antiguas como la pizza, plato napolitano por excelencia, o la polenta, que hoy en día puede degustarse en trattoria del norte.

                                          Pizza marguarita al horno de piedra.





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